La adopción es otra medida de protección del menor, diferente al acogimiento familiar. En estos casos el menor se integra en la familia de adopción con carácter permanente, de modo que pasara a formar parte de la familia adoptante.
La adopción es un modo de adquirir la filiación, es decir se constituye una relación de filiación entre el adoptante y el adoptado, produciéndose una ruptura con los vínculos con la familia biológica.