El blog que empiezo hoy se debe a mi verdadera vocación: Defender los intereses de las personas… especialmente de los más pequeños.
Soy la pequeña de 4 hermanos antagónicos entre sí. Recuerdo que en cada habitación siempre sonaba un estilo de música (y de vida) diferente: jazz, flamenco, pop, country… Desde mi más tierna infancia parecía destinada a la abogacía.
En los recreos del colegio ya me dedicaba a defender a todo aquel con el que los otros niños se metían.
He tenido la suerte de estudiar y poder dedicarme a la que más me gusta: la defensa de los demás. Doy las gracias de haber nacido con una curiosidad innata, especialmente, por la diversidad el género humano. Siempre he contado con diferentes grupos de amigas, a cual más diferente… de todas ellas aprendo y las mezclo siempre que puedo.
Pero si he tenido una gran escuela para aprender ha sido, sobre todo, por mi familia. Mi vocación y mis ansias de aprender se expanden y multiplican gracias a mis hijos y a mis padres para quien soy o han sido, un referente en mi vida. Ser madre me ha ayudado a ser mejor persona y entender más a la mía así como a superarme en la defensa de los más débiles.
En este blog, me gustaría compartir con vosotros, además de noticias/novedades jurídicas, artículos que nos ayuden a mejorar los derechos de los mayores y más pequeños de la casa.
Espero daros la confianza para que juntos dejemos de ser prudentes, abramos nuestro corazón genuino e iniciemos un camino de relatos de optimismo por un mundo mejor.